HIJA UNICA, LA

Alina sueña con ser madre, pero no imagina que la forma de maternidad que le tocará asumir es la de un vínculo sin ninguna promesa de futuro donde cada instante es el único momento disponible para vivir simultáneamente el amor y el duelo.

Doris tiene un hijo a quien ama, pero su sorpresiva viudez y consecuente depresión le impide hacerse cargo de él, convirtiendo su maternidad en una difícil carga que le genera culpa y la mantiene paralizada en un círculo vicioso.

Laura no quiere ser madre, está segura de su decisión y lo proclama con orgullo, hasta que la vida la enfrenta a la imperiosa necesidad de amor y cuidado de un niño conflictivo y frágil.

La autora nos enfrenta al tema de la maternidad a través de las historias de tres mujeres con distintas expectativas, deseos y elecciones individuales, a quienes por diferentes circunstancias la vida las obliga a afrontar situaciones muy distintas a lo planeado y donde la amistad y el amor son las emociones que prevalecen.