Es una novela sobre una niña que vive en un pueblo pequeño en una zona rural. Se cuenta lo que vive y lo que ve, cada capítulo puede ser comprendido como un relato independiente.
Está bien escrito, inquieta, conmueve y entretiene. Empieza costumbrista y sobre esa base de realidad la autora mete unas puñaladas de fantasía, pero esencialmente genera tensión y drama con la realidad. Así llega al final con relatos cada vez más tensos y que le dan matices al mundo que construye.
La vida me puso este libro en las manos, no lo hubiera elegido y así mismo me gustó